Argentina, Campeona Indiscutible del Mundial de ’78

La Selección Argentina de fútbol organizó por primera vez el Mundial en 1978.

Bajo el mando de César Luis Menotti, el equipo inició el torneo con victorias en el Grupo 1. En su primer partido, venció 2-1 a Hungría con goles de Leopoldo Jacinto Luque y Daniel Bertoni, y luego superó a Francia, liderada por Michel Platini, también por 2-1 gracias a los tantos de Daniel Passarella (capitán) y Luque. En el partido por el primer puesto del grupo, perdió 1-0 ante Italia y quedó en segundo lugar.

En la Segunda Fase, el equipo de Argentina se enfrentó al Grupo B y, con un doblete de Mario Alberto Kempes, derrotó 2-0 a Polonia, empató sin goles con Brasil y el clasificado a la final se definiría en la última fecha. Brasil superó 3-1 a Polonia y Argentina goleó 6-0 a Perú (Kempes x2, Luque x2, Tarantini y Houseman), en un partido que siempre ha despertado polémica.

La final se jugó contra la Holanda de gran calidad. Argentina se adelantó en el marcador a los 38′ minutos del primer tiempo gracias al gol de Mario Alberto Kempes, tras un buen arranque de Osvaldo Ardiles y una asistencia de Leopoldo Jacinto Luque. A falta de 8′ minutos, después de un gran centro desde la derecha, Dick Nanninga igualó de cabeza para los holandeses, lo que obligó a llevar el partido a la prórroga.

Sobre el final de la primera parte de la prórroga, otra vez Kempes, con una magnífica jugada individual, encaró a pura gambeta, Jan Jongbloed le contuvo el remate pero el Matador aprovechó el rebote y le devolvió la ventaja al equipo de Menotti, que terminó de liquidar la serie a falta de cinco minutos para el final. Una vez más, Kempes ingresó al área esquivando rivales, Daniel Bertoni se llevó la pelota de rebote y aprovechó que el arquero estaba mal parado para poner cifras definitivas al partido y decretar que la Selección Argentina se consagrara campeona del Mundial 1978.

Mario Alberto Kempes fue, sin ninguna duda, el mejor jugador de la Selección Argentina y del Mundial 1978. El Matador era el único jugador de los convocados por César Luis Menotti que jugaba en el extranjero, en Valencia de España. Si bien pasó desapercibido en la fase de grupos, a partir de la segunda fase emergió su gran figura como goleador. Anotó dos goles contra Polonia, dos contra Perú y otros dos (el 1-0 y el 2-1 en tiempo extra) en la final ante Holanda.

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