Con un diseño elegante, gran equipamiento y una mecánica acorde al segmento premium, el A4 es el modelo más exitoso en la historia de Audi.
El restyling que se le realizó fue profundo y buscó adaptar la fisonomía al nuevo lenguaje de diseño de la marca, dotándolo de un aspecto más atlético para conquistar a un público más joven. El aumento de medidas -ahora tiene 4,76 m de largo, 1,84 m de ancho, 1,42 m de alto y 2,82 m de distancia entre ejes- se combina con retoques en el perfil que lo hacen parecer más musculoso. Se destacan los nuevos pasarruedas y las llantas de aleación de 18″ que calzan neumáticas 245/40, las dos nervaduras que recorren el lateral, la línea de cintura acentuada y una caída apenas más pronunciada del techo hacia atrás.
En el interior también hay modificaciones, incluyendo materiales y terminaciones de muy buena calidad y una consola que integra el tablero completamente digital de 12,3″ con el Virtual Cockpit Plus, que permite al usuario setear una gran cantidad de información a gusto. Además, cuenta con un sistema de climatización trizona.
Esta versión cuenta con tecnología híbrida blanda compuesta por el motor naftero TFSI (turbo con inyección directa estratificada) de 4 cilindros en línea, 16 válvulas y 2.0 de cilindrada, que genera 190 CV entre 4200 y 6000 rpm y 32,6 kgm de torque desde las 1450 hasta las 4200 rpm, anexado a una caja S tronic de 7 marchas y doble embrague y la tracción es delantera.
En cuanto a la performance, el Audi A4 no defrauda. Acelera de 0 a 100 km/h en 7,4 s, recupera de 80 a 120 km/h en 6,2 s y alcanza una velocidad máxima de 240 km/h.