Boca pone en marcha obras en La Bombonera mientras avanza la idea de su ampliación.
El plan contempla trabajos en distintos sectores del perímetro y del interior del estadio. Uno de los primeros cambios será la renovación completa del acceso destinado a los micros de jugadores y delegaciones. A su vez, la entrada principal ubicada en Brandsen 805 será ampliada y contará con una nueva pantalla LED, pensada para dar una bienvenida más moderna a los hinchas.
Sobre la calle Irala, paralela a las vías del tren, se instalarán 16 ascensores nuevos que facilitarán el acceso a los sectores medios y superiores de las plateas. También se renovarán los dos ascensores existentes en la Puerta 18, que pasarán a ser cuatro. En tanto, en la platea baja, entre septiembre y octubre, está prevista la apertura de un nuevo patio gastronómico, junto con baños reacondicionados y un acceso más amplio para optimizar el flujo de personas.
Otro de los puntos destacados es la intervención en el estacionamiento: se techará el playón y se sumarán 400 nuevos espacios a partir de septiembre. La superficie ya fue pavimentada con hormigón, y se colocaron 200 reflectores que mejorarán la iluminación, tanto para días de partido como para el uso diario del predio.
Finalizada esta etapa de mejoras externas, el club anunciará oficialmente la tan esperada ampliación del estadio. Si bien aún no se conocen los detalles definitivos del proyecto, se estima que la capacidad podría pasar de los actuales 56.000 a un rango de entre 71.000 y 83.000 espectadores.
El esquema que se analiza incluye la demolición de las plateas y palcos ubicados sobre la calle Iberlucea, un leve desplazamiento del campo de juego hacia las vías del ferrocarril, y la construcción de una nueva estructura con capacidad para sumar entre 15.000 y 27.000 nuevos asientos. También se contempla edificar 240 palcos (actualmente hay 84), con interiores cómodos y balcones hacia el exterior, sobre la misma calle Iberlucea.
El rediseño incluiría plateas preferenciales a nivel del campo, lo que implicaría mover los bancos de suplentes y unificar el túnel de ingreso de los equipos. Además, se prevé la eliminación de espacios vacíos en los extremos de las populares y el cierre del túnel visitante en la tribuna Sur, lo que permitiría acercar las tribunas al campo de juego y sumar unos 10.000 lugares adicionales.
El proyecto también evalúa incorporar una pantalla LED de 360° en el interior del estadio y la posibilidad de techar completamente la tercera bandeja.
En cuanto a la financiación, se calcula que la obra demandaría menos de 100 millones de dólares, que serían cubiertos a través de la preventa de palcos durante un período de tres años. Aunque por ahora no se plantea vender el nombre del estadio, el presidente Juan Román Riquelme no descarta explorar esa opción en el futuro.