A Miguel Ángel Russo puede que le falten ciertos perfiles de jugadores – mediocampistas centrales, creativos o extremos -, pero hay algo que considera innegociable, el nivel físico de su equipo. Su prioridad es que el plantel esté en condiciones óptimas para competir en todos los frentes, especialmente con el Mundial en el horizonte, en línea con lo que ha exigido en sus equipos anteriores.
Por eso, más allá del estado en que encontró al grupo al asumir, el entrenador dispuso una jornada de trabajo intensivo para este martes. Se trata de un doble turno destinado a mejorar la forma de varios futbolistas y acelerar la recuperación de quienes aún no se entrenan con normalidad, como Edinson Cavani, Rodrigo Battaglia, Carlos Palacios y Milton Giménez.
Por el momento, la planificación es diaria y sujeta a cambios, lo que impide anticipar cómo será el cronograma de los próximos cinco días, justo los que quedan antes de que el equipo viaje a Estados Unidos. Incluso, no se descarta que el cuerpo técnico decida no otorgar descanso ni sábado ni domingo, pese a que el vuelo partirá en la madrugada del lunes.
La etapa de preparación, sin embargo, no concluirá al aterrizar en Miami. Allí comenzará un nuevo capítulo con la mira puesta en el duelo del lunes 16 frente al Benfica. El complejo de la Barry University ya está listo para recibir al plantel, que buscará aprovechar esos días para fortalecer tanto lo físico como la cohesión del grupo de cara al debut.