Boca atravesaba un momento crítico, presionados por los cuestionamientos de los hinchas y con la necesidad de recuperar la confianza, el plantel mantuvo una charla privada en la que comenzaron a sentar las bases del cambio que se percibe hoy.
“Veníamos con resultados muy negativos. Hablamos entre nosotros, nos dijimos lo que teníamos que decir, principalmente que hay que defender esta camiseta como se merece. Se nota la diferencia; estamos mucho más unidos como grupo. Hay que seguir trabajando y mantener este camino”, expresó Rodrigo Battaglia después del 2-0 ante el Taladro.
Luego del tropiezo frente a Huracán, los jugadores se reunieron en el predio de Boca sin la presencia de entrenadores ni directivos. La reunión sirvió para recargar energías y replantear objetivos.
Los líderes del plantel —Leandro Paredes, Edinson Cavani, Agustín Marchesín y el propio Battaglia— fueron quienes tomaron la palabra y guiaron la conversación. En ese encuentro, asumieron el compromiso de revertir el mal momento del equipo y apoyarse mutuamente para volver a ganar. Hoy, el clima dentro del plantel es muy distinto al de semanas atrás. Los triunfos consecutivos ayudaron, pero aquel diálogo sincero y directo fue clave para mejorar el ambiente.
