Preparar helado en casa es una forma deliciosa y entretenida de disfrutar un postre fresco y cremoso sin aditivos ni conservantes. Con pocos ingredientes básicos y sin necesidad de máquinas especiales, podés crear una base sencilla para luego experimentar con sabores y texturas. Perfecto para compartir en familia, sorprender a amigos o simplemente darte un gusto en los días calurosos.
Ingredientes:
500 ml de crema de leche (nata para montar).
1 lata (395 g) de leche condensada.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
Preparación:
Batir la crema: En un bol frío, batir la crema de leche hasta que forme picos suaves (no demasiado firme).
Incorporar la leche condensada: Añadir la leche condensada y la esencia de vainilla al bol con la crema batida, y mezclar suavemente con movimientos envolventes hasta integrar bien.
Congelar: Verter la mezcla en un recipiente apto para congelador. Tapar y dejar congelar al menos 6 horas o toda la noche.
Servir: Sacar del congelador unos minutos antes de servir para que el helado se ablande ligeramente y sea más fácil de servir.
Preparar helado en casa es una experiencia que combina creatividad, sabor y la satisfacción de disfrutar algo hecho por uno mismo. Sin importar la edad ni la experiencia en la cocina, esta receta sencilla abre la puerta a un mundo de posibilidades para personalizar y disfrutar en cualquier momento. Perfecto para compartir en familia, sorprender a los amigos o simplemente consentirte con un clásico que nunca pasa de moda.
