En la primera mitad, Racing dominó desde el arranque y se apoyó en el poder ofensivo de tres jugadores clave como Maxi Salas por la izquierda, Maravilla Martínez en el centro, y las sorpresivas incursiones de Gastón Martirena por la derecha.
A los tres minutos, los tres estuvieron involucrados en lo que parecía el primer gol del partido, pero este fue anulado por el VAR debido a una mínima posición adelantada de Salas en el inicio de la jugada. El centro fue enviado por El Mencho, Maravilla lo sostuvo, tenía opciones de pase hacia atrás, pero finalmente tocó el balón para que Martirena, con un potente disparo, pusiera la pelota en el arco rival.
Racing sabía que tenía que aprovechar esos primeros minutos para marcar la diferencia. Estaba claro que el equipo brasileño iba a esperar y trataría de explotar los huecos dejados por los laterales Rojas y Martirena. La clave para Racing era mantener la concentración en la defensa y en la recuperación de balón en el mediocampo.
El equipo argentino siguió presionando, buscando romper el marcador, mientras Cruzeiro se mantenía pasivo. Hasta que, a los 14′ minutos, un centro potente de Martirena se cerró de tal manera que sorprendió al veterano arquero Cássio.
La hinchada de Racing estalló en júbilo con este gol, una especie de revancha para el inesperado goleador, evocando aquel famoso zapatazo del Chango Cárdenas en el Centenario. Lo mejor era que no hubo intervención del VAR en esta ocasión. Pero Racing no se conformó con el 1-0 y siguió buscando más.
Cinco minutos después, un gran pase de Sosa desde el mediocampo encontró a Salas, quien aprovechó su velocidad y, al desbordar por la derecha, envió un centro perfecto para que Maravilla Martínez definiera y anotara su gol número 29 en el año, el décimo en la Sudamericana, igualando en la cima de los goleadores a Yuri Alberto de Corinthians.
A pesar de la ventaja, Racing comenzó a disminuir el ritmo debido al agobiante calor, con temperaturas de 37 grados y sensación térmica de 42. Por su parte, Cruzeiro comenzó a adelantar líneas y a aproximarse al área de Arias, pero la concentración de los defensores de Racing se hizo notar. Di Césare, García Basso, Sosa, Nardoni y Almendra mantuvieron firme la línea defensiva, mientras que Martirena seguía aportando en las coberturas. En un intento por dar más presencia al mediocampo, Diniz cambió a Wallace, que no estaba completamente recuperado de su lesión, e ingresó a Lucio Silva.
El tercer gol estuvo cerca, cuando Salas, en otra veloz corrida, superó a Maravilla y estuvo a punto de marcar, pero el tiempo no dio para más. Al final de los primeros 45′ minutos, Cruzeiro apenas logró su primer disparo al arco, pero el balón terminó en las manos seguras de Arias. El peor escenario para Racing hubiera sido un gol del equipo brasileño antes del descanso, pero lo evitó. Sin embargo, en el inicio de la segunda parte, Kaio Jorge anotó y le dio esperanza a Cruzeiro, acercando a los brasileños a la posibilidad del empate.
A diferencia de la primera parte, las oportunidades para Racing fueron menos frecuentes en los segundos 45 minutos, aunque aún tuvieron algunas. Maravilla no pudo hacer el pase perfecto en una jugada, Di Césare tuvo un disparo débil y el delantero centro también tuvo una ocasión a través de un cabezazo tras un centro de Gabriel Rojas, pero Cássio estuvo atento.
Después del gol de Cruzeiro, el equipo brasileño intentó pero no logró generar ocasiones claras de peligro, aunque el empate siempre rondó en el aire. Y así fue, en la última jugada del partido, cuando Roger Martínez, aprovechando un contragolpe, se escapó y definió con precisión para poner el 3-1 definitivo. La hinchada de Racing celebró el regreso de un título internacional después de 36 años. La alegría no tuvo límites.
De esta manera Racing goleó 3 a 1 a Cruzeiro y es el Campeón.