Toyota ofrece una amplia variedad de opciones para su modelo Yaris, con ocho versiones disponibles en sus dos siluetas: hatchback y sedán. Las versiones hatchback incluyen XS, XLS (MT y AT), XLS Pack y S, mientras que las versiones sedán son XLS (MT y AT) y XLS Pack. En nuestra prueba, evaluamos la versión XLS AT.
El Yaris ha sido actualizado recientemente para destacar aún más su perfil moderno con toques deportivos, que son una característica distintiva del modelo. El frente ha sido renovado con un paragolpes más alto y robusto que integra la nueva parrilla trapezoidal con diseño en panal de abeja en negro brillante, y las tomas de aire de los costados ahora incluyen los faros antiniebla. También se ha mejorado el conjunto óptico.
La silueta del vehículo sigue siendo la misma, pero se han añadido llantas de 15″ de diseño flamante que calzan neumáticos 185/60. En el interior, cuenta con un panel de instrumentos con tres indicadores que combinan relojes analógicos con marcadores digitales, los cuales se integran mejor con la consola central. Además, cuenta con una nueva pantalla táctil de 7″ de interfaz rápida y conectividad para Android Auto y Apple CarPlay.
La mecánica del Yaris es la misma que la del Etios, con un motor naftero 1.5L con cadena de distribución y sistema de variación inteligente de sincronización de las 16 válvulas (Dual VVT-i). Este motor entrega 107 CV a 6000 rpm y 14,3 kgm a 4200 rpm de par, combinado con una transmisión automática del tipo Direct Shift CVT (continuamente variable) con 7 marchas preprogramadas (en caso de que se quiera usar de forma manual) y tracción delantera.
El Yaris está diseñado para un uso diario y familiar, por lo que prioriza el rendimiento y la fiabilidad en lugar de las prestaciones.