Las acciones de las empresas argentinas están atravesando un año complicado, con pérdidas significativas, lo que ha llevado a muchos directivos de compañías que cotizan en la Bolsa local a tomar decisiones estratégicas. Varias de ellas han optado por comprar de vuelta sus propias acciones, al considerar que el valor actual no refleja su verdadero potencial.
De acuerdo con información de Rava Bursátil, el índice S&P Merval, que lidera el mercado de Buenos Aires, ha experimentado una caída de más del 20% en pesos y cerca del 40% en dólares desde principios de 2025.
Al analizar los resultados de cada empresa individualmente, algunas caídas han sido aún más pronunciadas. Las acciones de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) cayeron más de 60%; Metrogas y Supervielle perdieron un 45%; Edenor retrocedió un 43%; mientras que bancos como BBVA y Galicia vieron sus valores caer en más de un 30%.
En este contexto, diversas empresas decidieron entre septiembre y octubre poner en marcha programas de recompra de acciones propias. Entre ellas, YPF, Central Puerto, BYMA, Banco Macro, A3 Mercados, Vista y Pampa Energía anunciaron operaciones que van desde los 2 hasta los 150 millones de dólares.
Después de las fuertes caídas de principios de septiembre, que fueron impulsadas por los resultados de las elecciones legislativas en la provincia de Buenos Aires, varias empresas que integran el S&P Merval comenzaron a ejecutar estas recompras. Esta estrategia se utiliza generalmente cuando una empresa considera que su acción está siendo castigada en exceso por el mercado y busca proteger su precio en un rango mínimo.
Expertos en el tema señalan que, dada la magnitud de las pérdidas, la decisión de recomprar acciones fue acertada, ya que, incluso con un riesgo país en torno a los 1000 puntos, las valoraciones de muchas empresas fueron muy castigadas. “Recomprar a estos niveles es una opción válida para compañías que tengan una posición financiera sólida y liquidez suficiente”, afirman.
En la mayoría de los casos, los anuncios de recompra se concretaron en operaciones efectivas, aunque los analistas explican que cada empresa establece sus propios criterios para comprar acciones. “En muchas ocasiones, las empresas no adquieren acciones porque el precio no alcanza el umbral mínimo en el que consideran que deben comprarlas. En esos casos, solo envían una señal al mercado, lo que genera una recuperación del valor de la acción sin que tengan que gastar dinero”, señalaron.