En un movimiento inesperado, el secretario de Guerra de Estados Unidos, Pete Hegseth, citó para este jueves a todos los generales y almirantes que ocupan puestos de mando, junto con sus asesores más cercanos, a un encuentro presencial.
Según un breve comunicado difundido por el Pentágono, la reunión se llevará a cabo el próximo martes en una base militar de Virginia y reunirá a más de un centenar de oficiales desplegados tanto en suelo norteamericano como en distintas misiones en el exterior. Hasta el momento no se revelaron los motivos de la convocatoria.
El encuentro —que se realizará en las instalaciones de la Marina en Quantico— fue adelantado por el diario The Washington Post, que lo calificó como un hecho “sumamente inusual”. El medio destacó que la orden alcanza a toda la cúpula militar, pero no incluye una agenda previa ni una explicación oficial. “El secretario Hegseth se dirigirá a los altos mandos a comienzos de la próxima semana”, fue lo único que declaró el vocero del Pentágono, Sean Parnell, en un mensaje conciso. El hermetismo oficial alimentó especulaciones sobre posibles destituciones masivas o anuncios de gran impacto.
De acuerdo con fuentes militares citadas por el Post, no se trataría de la presentación de una nueva doctrina de defensa ni de una reorganización logística. “No se convoca a toda la cúpula de las Fuerzas Armadas únicamente para una charla motivacional”, afirmó un funcionario bajo anonimato, quien agregó: “Este tipo de decisiones nunca se toman de manera improvisada ni sin consecuencias”.
La reunión ocurre en medio de un clima de fuerte presión política e institucional sobre las Fuerzas Armadas. Desde su retorno al poder en enero, el presidente Donald Trump ha impulsado profundos cambios en la estructura de seguridad nacional, entre ellos la destitución de al menos seis altos mandos sin justificación pública y la modificación del nombre del Departamento de Seguridad, que en mayo pasó a llamarse oficialmente Departamento de Guerra.