El presidente de Estados Unidos, Trump, anunció este viernes que a partir del 1 de noviembre se aplicarán aranceles del 100 % a los productos provenientes de China. La medida responde, según explicó, a lo que considera una actitud comercial “altamente agresiva” por parte del país asiático, en especial por sus planes de limitar las exportaciones de tierras raras.
Con esta decisión, Trump formaliza una advertencia que ya había lanzado más temprano, en la que anticipó un aumento significativo en los impuestos a las importaciones chinas. Además, confirmó que ya no tiene intenciones de reunirse con su par chino, Xi Jinping, un encuentro que inicialmente estaba programado para fines de octubre en Corea del Sur.
Las declaraciones del mandatario estadounidense generaron una fuerte reacción en los mercados financieros. Los principales índices bursátiles de Wall Street —el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq— registraron caídas superiores al 3 %, reflejo del temor de los inversionistas ante el posible impacto económico de estas medidas arancelarias y de las restricciones a la exportación anunciadas por ambos países.
De acuerdo con Trump, China planea implementar en noviembre restricciones amplias a la salida de bienes, incluyendo algunos que —según sus palabras— ni siquiera produce, lo que podría repercutir negativamente en múltiples economías. También indicó que el país asiático impondrá controles a la exportación de software desarrollado localmente.
Esta nueva escalada marca uno de los momentos más tensos en la relación bilateral desde el inicio de la disputa comercial entre ambas potencias, que se intensificó en abril con tarifas impuestas por Washington que alcanzaron hasta el 145 % sobre determinados productos chinos.
Trump y Xi habían mantenido contacto telefónico el pasado 18 de septiembre, durante el cual alcanzaron un principio de acuerdo que permitiría a TikTok seguir operando en territorio estadounidense. También habían acordado verse en persona en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que se celebrará en Corea del Sur. Sin embargo, ese encuentro finalmente no se llevará a cabo.