Inter y Milan se convirtieron oficialmente en los nuevos propietarios del estadio San Siro tras abonar 197 millones de euros y obtener el visto bueno del Ayuntamiento de Milán, que aprobó la operación con 24 votos a favor y 20 en contra.
La decisión se alcanzó en la madrugada del martes, al término de una sesión de más de 12 horas. El desenlace estuvo condicionado por la postura de tres concejales de Forza Italia que, si bien no apoyaron la venta, se retiraron del recinto antes de la votación final, lo que facilitó que la propuesta alcanzara la mayoría necesaria.
San Siro, que en 2026 cumplirá un siglo de vida, pertenecía hasta ahora al municipio milanés. En marzo de este año, los dos clubes habían presentado una oferta conjunta que incluía un plan de modernización del estadio y la recuperación urbanística de sus alrededores mediante nuevos espacios verdes.
Tras la aprobación del acuerdo, las instituciones deportivas cuentan con plazo hasta el 10 de noviembre para finalizar la compra. El proyecto contempla la demolición casi completa del estadio actual y la construcción de un nuevo complejo con una inversión cercana a los 1.200 millones de euros.
Además, los clubes solicitaron apoyo municipal para financiar la urbanización de las áreas verdes proyectadas, con el objetivo de convertir la zona en un centro de actividad económica y social.
El calendario establece que las obras no podrán comenzar antes de los Juegos Olímpicos de Invierno de Milán-Cortina 2026, ya que el estadio albergará la ceremonia inaugural. El inicio de los trabajos está previsto para mediados de ese año, una vez aprobado el diseño definitivo.
Si los plazos se cumplen, el renovado San Siro podría estar listo para formar parte de la Eurocopa 2032, torneo que Italia organizará junto a Turquía, aunque esa posibilidad aún se encuentra en evaluación.
