la AFIP recibió información sobre cuentas bancarias pertenecientes a ciudadanos argentinos en Estados Unidos.
Es la primera vez que se realiza un intercambio automático de datos con dicho país, un proceso que ha sido largamente buscado por varias administraciones, pero que requirió años de ajustes técnicos y negociaciones con las autoridades estadounidenses para que Argentina pudiera adherirse a la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras (FATCA, por sus siglas en inglés).
La información que llegó al país coincide con la fase inicial del Régimen de Regularización de Activos, más comúnmente conocido como blanqueo de capitales, el cual fue extendido hasta el 31 de octubre. No es casual que el Gobierno esté aprovechando esta coincidencia. En los últimos meses, a través del cruce de datos, la AFIP ha realizado inspecciones y enviado notificaciones a los contribuyentes para alentarlos a participar en esta iniciativa oficial.
“El blanqueo de capitales será exitoso cuando los contribuyentes entren al portal de la AFIP y vean en la sección ‘Nuestra parte’ que se ha recibido información de Estados Unidos. En ese momento, muchos se apresurarán a declarar”, comentó una asesora tributaria que prefirió mantenerse en el anonimato. En el portal de la AFIP, hay un contador que al momento de redactar esta nota indicaba que faltaban 31 días, 13 horas y 23 minutos para regularizar fondos en efectivo sin límite.
FATCA: ¿Qué tipo de información llegó al país?
En 2016, el gobierno de Mauricio Macri intentó negociar el acuerdo FATCA, pero no fue hasta diciembre de 2022, bajo la presidencia de Alberto Fernández, que se concretó. Sin embargo, la información recibida por Argentina es más limitada en comparación con la del acuerdo multilateral de la OCDE, el cual permite el intercambio automático de datos fiscales con más de 100 países.
Estados Unidos solo reporta a los titulares de las cuentas bancarias, pero no a los beneficiarios finales. Por ejemplo, muchas personas mantienen cuentas no declaradas en EE. UU. a través de sociedades jurídicas en territorios como las Islas Vírgenes Británicas, las cuales seguirán protegidas por el anonimato. Tampoco se proporciona información sobre si la cuenta pertenece a una empresa (LLC) o un fideicomiso (Trust).
Además, EE. UU. únicamente notifica los ingresos generados por la cuenta en su territorio, siempre que superen los US$10, como resultado de inversiones en bonos del Tesoro o acciones. No se reportan movimientos de cuenta ni saldos, y tampoco se incluyen inversiones en activos ubicados en Europa o Asia.
Blanqueo de capitales:
Durante el proceso de regularización fiscal lanzado por Mauricio Macri, se incorporaron al sistema activos por un valor de US$116.800 millones, muchos de ellos provenientes de Estados Unidos. En términos de inversiones, el 30% del total declarado estaba en EE. UU. y el 26% en Suiza. En cuanto a fondos en cuentas bancarias, el 45% estaba en EE. UU., el 32% en Suiza y el 9% en Uruguay.
Cuando Sergio Massa era ministro de Economía, se estimaba que aún quedaban alrededor de US$100.000 millones sin declarar en EE. UU., que podrían ser identificados gracias al acuerdo FATCA.
En esta nueva oportunidad, el Gobierno espera que la regularización de capitales atraiga entre US$30.000 millones y US$40.000 millones que se encuentran fuera del sistema formal. A diferencia de la iniciativa de Macri, esta vez el Ministerio de Economía busca captar a la clase media, ofreciendo la posibilidad de regularizar hasta US$100.000 sin necesidad de pagar multas.
Actualmente, la AFIP está focalizada en fiscalizar a contribuyentes con deudas, casos judiciales y administrativos en curso, irregularidades laborales, o inconsistencias detectadas mediante sistemas automáticos de intercambio de datos bajo el acuerdo multilateral de la OCDE. También se están revisando propiedades no declaradas, ventas omitidas, falta de inscripción y gastos que superan la capacidad contributiva en el régimen de Monotributo, entre otros.