El largometraje relata el viaje de Marco, un chef con gran talento que se ve forzado a abandonar sus metas profesionales debido a complicaciones familiares. La trama sumerge al espectador en un torbellino emocional, abordando temas como el amor, la pérdida y la perseverancia en la búsqueda de los sueños.
Todo comienza cuando Marco conoce a Audrey, una emprendedora australiana en el ámbito gastronómico, quien le ofrece un puesto en su red de restaurantes en Melbourne. A pesar de ser admirado por sus habilidades, Marco declina la propuesta, ya que aún no está listo para asumir un cambio de vida tan drástico ni para dejar atrás su ciudad natal nuevamente.
La directora de la película, Ruth Borgobello, logra darle a esta historia romántica un enfoque más global y una perspectiva fresca. Su ambición se hace evidente en la manera poco convencional y sincera con la que maneja el desarrollo narrativo central. El crecimiento de los dos personajes principales, de forma inesperada y en paralelo, otorga mayor profundidad y matices a la trama. La película también destaca por sus detalles estéticos, mientras que las escenas emotivas están brillantemente logradas.
El Cocinero Italiano es un film conmovedor y lleno de emociones que toca temas universales como el duelo, el amor y la esperanza. A lo largo de su viaje emocional, ofrece una experiencia cinematográfica que no se debe perder, dejando en el espectador una sensación de optimismo y la idea de que, aun en medio de las adversidades, siempre es posible seguir persiguiendo nuestros sueños.