La FIFA endurece su lucha contra la multipropiedad

La FIFA ha implementado una nueva normativa que busca restringir la práctica cada vez más común de la multipropiedad de clubes en el fútbol profesional.

A partir de ahora, queda vetado el traspaso de jugadores entre equipos que pertenezcan al mismo consorcio empresarial. En los últimos años, esta maniobra se había convertido en una forma habitual de reorganizar plantillas dentro de grandes grupos deportivos.

Con esta decisión, el organismo rector del fútbol mundial persigue tres objetivos principales: evitar la concentración de talento en estructuras corporativas específicas, promover contratos más duraderos y brindar mayor seguridad laboral a los futbolistas.

Asimismo, se pretende cerrar la puerta a traspasos internos entre clubes del mismo grupo, que podrían representar una ventaja desleal tanto en lo económico como en lo competitivo.

Esta nueva regla complementa la ya existente en el Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores, particularmente el artículo 10, que establece un límite de seis cesiones por club – tanto en envíos como en recepciones – por temporada.

Casos recientes, como el del conglomerado Eagle Football —dueño de Botafogo y del Olympique de Lyon— que incorporó a Thiago Almada para luego transferirlo internamente, aceleraron la decisión del ente para reforzar su política.

Los conglomerados más impactados por esta medida incluyen al City Football Group, Grupo Pachuca, Red Bull y el propio Eagle Football Club, todos ellos con presencia activa en múltiples países y ligas.

Durante años, estos grupos aprovecharon los traspasos entre sus propios clubes como una herramienta estratégica para mejorar su rendimiento deportivo y optimizar recursos económicos.

Incluso, la medida se suma a otras consecuencias recientes. El Crystal Palace, integrante del Eagle Football Group y reciente ganador de la Community Shield, fue excluido de la Europa League debido a las normativas de la UEFA sobre propiedad de múltiples clubes.

Con este nuevo marco regulatorio, la FIFA busca establecer una línea divisoria clara en un escenario donde los límites entre negocios y deporte comenzaban a diluirse.