La sanción a River de la FIFA por el Mundial de Clubes

La FIFA decidió sancionar a River tras detectar diversas infracciones cometidas durante los tres encuentros de la fase de grupos del Mundial de Clubes, en los que el equipo argentino enfrentó a Urawa Red Diamonds, Monterrey e Inter de Milán.

El fallo del Comité Disciplinario se basó en pruebas recabadas a través de informes oficiales, registros audiovisuales y el sistema de vigilancia contra actos discriminatorios. La entidad aplicó el principio de responsabilidad objetiva del club por la conducta de sus simpatizantes.

La sanción económica impuesta asciende a 70.000 francos suizos (aproximadamente 88.000 dólares), una cifra que, según declaraciones del dirigente y candidato presidencial Stefano Di Carlo, resulta poco significativa dentro de un presupuesto anual estimado en 200 millones de dólares.

Entre las infracciones detalladas, se señalaron cánticos homofóbicos y racistas durante los tres partidos. Se registraron expresiones ofensivas como insultos dirigidos a jugadores vinculados a Boca Juniors y expresiones discriminatorias en el choque ante Inter, incluyendo términos despectivos con carga racial.

Además, se reportaron otros comportamientos prohibidos, como el lanzamiento de objetos al campo de juego, el encendido de bengalas en las tribunas, el despliegue de banderas no autorizadas y la utilización de indumentaria no reglamentaria por parte de un integrante del cuerpo técnico.

Incluso se detectó un incidente en una zona VIP, donde se activó una alarma de humo al prenderse un cigarrillo.

River, por su parte, admitió los hechos, repudió cualquier forma de discriminación y presentó acciones correctivas y campañas de concientización —entre ellas “La Pasión No Discrimina”— como parte de su descargo. Sin embargo, la FIFA desestimó las justificaciones culturales presentadas por el club, reafirmando su política de tolerancia cero ante manifestaciones racistas y homofóbicas, conforme a su Código Disciplinario.

Además de la multa, el organismo ordenó que River elabore y financie, junto con FIFA, un plan integral contra la discriminación en el plazo de tres meses, que incluya medidas educativas y de seguridad en los estadios. En caso de incumplimiento, el club enfrentará una sanción adicional: el cierre parcial (al menos un 25% del aforo) en su siguiente partido como local por torneos nacionales.

Finalmente, se aclara que el club tiene la posibilidad de apelar esta decisión ante el Comité de Apelación de la FIFA.

Compartir