La vocera del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, cuestionó con dureza el accionar de la Corte Penal Internacional, sugiriendo que el organismo debería enfocarse en investigar los presuntos crímenes cometidos por el Reino Unido. Según se afirmó, han revelado que el ejército británico habría reclutado a soldados con problemas de salud mental, los habría equipado con armas y enviado a zonas de combate, lo que habría provocado un aumento de víctimas civiles.
Además, señaló que las autoridades británicas habrían intentado encubrir esas acciones para evitar consecuencias legales. Zajárova también apuntó contra el fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, a quien calificó de parcial, recordando que fue suspendido recientemente y cuestionando su papel en las órdenes de arresto emitidas contra funcionarios rusos.
Por su parte, el ex presidente ruso y actual vicepresidente del Consejo de Seguridad, Dmitri Medvédev, acusó al tribunal con sede en La Haya de ignorar deliberadamente las acciones de la OTAN en distintos escenarios internacionales. Aseguró que la CPI ha pasado por alto su obligación de actuar conforme al derecho internacional y respetar las inmunidades de los Estados soberanos.
En otro pasaje de sus declaraciones, Zajárova ironizó sobre el nuevo paquete de sanciones impulsado por la Unión Europea contra Rusia, señalando que los responsables europeos de aplicar medidas que afectan negativamente a sus propias poblaciones deberían ser incluidos en las restricciones y que ese conjunto de sanciones “debería terminar en un basural por ineficaz”.
Los dichos de la funcionaria fueron en respuesta al anuncio de Londres, que este miércoles comunicó la aplicación de 100 nuevas sanciones dirigidas a sectores clave de la economía rusa —como el energético, militar y financiero—, y a individuos acusados de participar en campañas de desinformación contra Ucrania. Además, el gobierno británico afirmó que evalúa reducir el límite de 60 dólares por barril para el crudo ruso, con el fin de recortar aún más sus ingresos, según indicó la agencia Xinhua.
Ese mismo día, la Unión Europea confirmó la aprobación de su 17° ronda de sanciones contra Moscú, con el objetivo de incrementar la presión diplomática y económica para forzar un cese de hostilidades en el conflicto con Ucrania.
Zajárova cerró su intervención asegurando que Rusia no aceptará ningún tipo de imposición externa, y que, en su opinión, Europa busca rearmarse utilizando a Ucrania como instrumento para prolongar la confrontación.