Los supermercados registran 17 meses de caída en las ventas

El consumo de productos básicos en Argentina sigue mostrando niveles muy bajos. Según un informe, las ventas en hipermercados y comercios de barrio registraron en julio una caída del 0,9 % en comparación con el mismo mes del año anterior.

Este dato preocupa por dos motivos: primero, se compara con julio de 2024, cuando ya había habido una contracción del 16,6 % respecto a 2023. Segundo, exceptuando abril (con un leve aumento del 0,2 %), los 17 meses restantes del gobierno de Milei los comercios sufrieron caídas en sus ventas, algo que no se había visto ni siquiera durante los tarifazos del gobierno de Mauricio Macri.

Ante la evidencia de bajas persistentes en la compra de alimentos y bebidas, varias consultoras comenzaron a elaborar índices más generales para suavizar la percepción del desplome. Scentia también adoptó esta estrategia: desde hace un par de meses publica un indicador que combina categorías difíciles de comparar directamente.

Este índice general muestra un aumento promedio del 3,1 % interanual, un avance moderado. En la comparación mensual, registra un crecimiento del 4 %, y en el acumulado de 2025 el incremento llega al 0,8 %.

No obstante, dentro de esos números positivos hay cifras negativas compensadas por productos que se venden de manera constante, como los medicamentos.

Desglosando los datos de julio, las ventas mayoristas descendieron 7 % interanual, los supermercados de cadena bajaron 4,4 %, mientras que el comercio electrónico aumentó 16,4 %. Le siguieron los kioscos y comercios tradicionales con 9,2 %, los autoservicios independientes con 2,7 % y las farmacias con 1,1 %. Este mix de categorías muestra cómo se combinan sectores con resultados muy distintos para suavizar la caída de los supermercados.

En lo que va del año, los hipermercados acumulan una caída del 5,4 %, los mayoristas del 5 % y los autoservicios independientes del 3,3 %. En cambio, el e-commerce, kioscos y comercios tradicionales, y farmacias muestran incrementos: 9,7 %, 8,6 % y 5,8 %, respectivamente.

Desde el sector supermercadista destacan dos causas principales de esta tendencia: los salarios continúan muy rezagados frente a la inflación y los gastos fijos y de servicios de los hogares reducen el margen disponible para compras en volumen. Según Scentia, las familias van más veces al supermercado, pero compran menos productos por visita, especialmente en los barrios, donde se concentra el 75 % de la demanda nacional.

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