Al igual que con la Copa Intercontinental de 1967, fue otra vez la Academia el primer equipo argentino en adjudicarse esta corona. De la mano del legendario Basile e inolvidables jugadores como Fillol, Colombatti, Rubén Paz, Fernández, Costas y Fabbri rompieron en esa ocasión el maleficio de 21 años sin títulos internacionales.
1988 fue el año en el que la Conmebol inauguró una nueva competición a nivel continental: la Supercopa Sudamericana. Se disputaría anualmente, a modo de play-off y los competidores serían los equipos que hayan sido campeones de la Copa Libertadores. Esa primera edición lo encontró a Racing atravesando unos buenos años en el plano futbolístico.
En aquella Supercopa 88, los octavos de final arrancaron ante el siempre difícil Santos de Brasil. En el Cilindro y por la ida, Racing venció al conjunto blanco por 2 a 0 con goles del “Toti” Iglesias y Miguel Ángel Colombatti, mientras que por la vuelta fue parda en cero.
Como la competición era una eliminatoria para 16 equipos y sólo participaban 13 equipos, Racing tuvo la enorme suerte de que en sorteo no le tocó rival para disputar en cuartos y clasificar directamente a semifinales.
Allí tuvo una de las series más disputadas de la historia en colores de Racing. El rival fue River y otra vez definió de visitante. Por la ida, en el Cilindro, la Acadé venció por 2 a 1 al conjunto millonario con dos goles de Walter Fernández, con descuento de Borelli para los rivales. Pero fue la vuelta la que quedó en la historia: Racing fue al siempre difícil y a poco de empezar ya estaba abajo por un gol de Gutiérrez.
Ese River tenía como figura a Caniggia en plenitud, que con una velocidad supersónica ganaba casi siempre en ataque.
Afortunadamente, Fillol le tapó dos mano a mano que sólo el mejor de la historia podría tapar. Sobre la hora, Fabbri estampó con un cabezazo inolvidable el empate que le dio el pase a la final a la Academia.
En un Estadio de Racing colmado y con camiseta azul oscuro, pantalones azul claro, Racing salió a jugar la primera final con la ilusión de terminar con la malaria de dos décadas sin títulos.
Promediando el primer tiempo y tras una distracción defensiva, Careca aprovechó y definió cruzado para que Robson entrara y la empujara adentro del arco. Racing perdía 1 a 0 de local, pero sobre el final del primer tiempo, Ludueña y Rubén Paz armaron una jugada que terminó en penal para la Academia. Walter Fernández definió cruzado al palo derecho y marcó el empate.
A dos minutos del final del juego, Walter avanzó de guapo por izquierda, ante la marca de dos defensores del Cruzeiro, y centró para que Miguel Ángel Colombatti reciba en el vértice del área chica y la mande a guardar, de primera al arco de Wellington.
temible Estadio Mineirão de Belo Horizonte que albergó esa noche a casi 100 mil espectadores, el Racing del Coco Basile y su fiel amigo Rubén “El Panadero” Díaz formó la noche de ese 18 de junio de 1988 con: Fillol; Vázquez, Costas, Fabbri, Olarán; Acuña, Ludueña, Colombatti, Rubén Paz; Fernández y Catalán.
El partido comenzó muy dinámico, con mucha fricción y con llegadas del local. En defensa, Fillol mantuvo el arco protegido todo el primer tiempo pero en ataque Racing no era profundo.