La OTAN no debería disminuir su apoyo a Ucrania ante la imprudente retórica nuclear de Vladimir Putin, afirmó Jens Stoltenberg, el secretario general saliente de la alianza occidental.
Stoltenberg subrayó que los miembros de la OTAN no deben desalentarse a la hora de ofrecer más asistencia militar a Ucrania a causa de la “imprudente retórica nuclear” proveniente de Putin. Esta declaración se produce tras los comentarios del presidente ruso, quien la semana pasada indicó que Rusia podría considerar el uso de armas nucleares si se enfrenta a un ataque con misiles convencionales, y que un ataque respaldado por una potencia nuclear sería tratado como una agresión conjunta. Esta advertencia se produce mientras Estados Unidos y sus aliados debaten si permitir que Ucrania utilice misiles convencionales occidentales para atacar dentro del territorio ruso.
“Lo que hemos observado es un patrón de retórica y amenazas nucleares imprudentes por parte de Rusia, y esto se alinea con ese patrón”, comentó Stoltenberg, quien entregará el liderazgo de la OTAN al ex primer ministro holandés Mark Rutte el martes, después de una década en el cargo.
“Cada vez que hemos incrementado nuestro apoyo con nuevos tipos de armamento, como carros de combate, armas de largo alcance o F-16, Rusia ha intentado impedirnos hacerlo”, explicó a Reuters en la sede de la OTAN, cerca de Bruselas.
“Sus intentos han fracasado, y este último ejemplo no debería disuadir a los aliados de continuar apoyando a Ucrania”.
Stoltenberg también mencionó que la OTAN no ha observado cambios en la postura nuclear de Rusia que justifiquen modificaciones en su propia estrategia.
Hasta ahora, la administración estadounidense ha mostrado reticencias a permitir que Ucrania realice ataques profundos dentro de Rusia con armas como los misiles ATACMS de largo alcance, debido a preocupaciones sobre un aumento de las tensiones con Moscú y posibles represalias.
Algunos funcionarios occidentales han cuestionado la efectividad de tales ataques para alterar el curso de la guerra.
Según Stoltenberg, no existe una “solución mágica” que cambie radicalmente la situación en el campo de batalla, aunque los ataques profundos dentro de Rusia podrían ser significativos en el contexto de un esfuerzo más amplio para ayudar a Ucrania a contrarrestar la invasión rusa.
Además, enfatizó que cualquier acuerdo negociado para poner fin a la guerra debería incluir garantías de seguridad para Ucrania de las potencias occidentales, especialmente de Estados Unidos. De lo contrario, advirtió, Rusia no respetaría ninguna frontera establecida en un mapa.
Mientras tanto, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que alcanzará sus objetivos en Ucrania en un mensaje de video emitido el 30 de septiembre, coincidiendo con el aniversario de su declaración unilateral de 2022 sobre la anexión de cuatro regiones parcialmente controladas por fuerzas rusas.
Las Naciones Unidas han aprobado numerosas resoluciones que reafirman la territorialidad y soberanía de Ucrania desde la invasión y anexión de Crimea en 2014, y desde el apoyo a los separatistas en el este de Ucrania antes de la invasión a gran escala en febrero de 2022.
“La verdad está de nuestro lado”, afirmó Putin en su mensaje. “Se cumplirán todos los objetivos establecidos”.
En su discurso, Putin reiteró los argumentos del Kremlin sobre la invasión, incluyendo su objetivo declarado de eliminar una “dictadura neonazi” y su cuestionamiento de la identidad nacional ucraniana. También acusó a las “élites occidentales” de intentar convertir a Ucrania en una “colonia” y de mostrar hostilidad hacia “todo lo ruso”.