En 1985, Tears for Fears lanzó Songs from the Big Chair, un álbum que se convertiría en un hito en la historia del pop. Aunque la banda estaba compuesta por cuatro miembros, Roland Orzabal y Curt Smith eran los rostros más conocidos, mientras que Ian Stanley y Manny Elias, aunque fundamentales, operaban más en las sombras.
Orzabal y Smith, que previamente habían trabajado juntos en The Graduate, formaron Tears for Fears en 1981 y firmaron contrato con Mercury Records. Tras el éxito de su primer álbum, The Hurting, el dúo enfrentó grandes expectativas para su siguiente proyecto. Para cumplir con estas expectativas, se retiraron a los Wool Hall Studios en Beckington, Somerset, donde trabajaron con el productor Chris Hughes.
Chris Hughes, exbaterista de Adam and The Ants, jugó un papel crucial en la creación de un sonido distintivo para el álbum. Su experiencia en la percusión y su visión creativa ayudaron a transformar temas prometedores en éxitos rotundos. Hughes fue especialmente influyente en la producción de “Broken” y “Shout”, y su intervención en “Everybody Wants to Rule the World” resultó ser particularmente notable.
Originalmente, “Everybody Wants to Rule the World” no tenía mucha relevancia para la banda. La canción, que Orzabal había concebido como un relleno, solo tenía la letra lista y fue el tecladista Ian Stanley quien desarrolló la melodía. Sin embargo, Hughes cambió el ritmo de la canción a un inusual tres por cuatro, lo que fue fundamental para convertirla en un éxito. Este cambio de ritmo no pasó desapercibido, e incluso inspiró a Michael Jackson, quien lo incorporó en su tema “The Way You Make Me Feel” del álbum Bad.
El nombre del álbum, Songs from the Big Chair, se inspiró en la película Sybil, donde la protagonista, que sufre de varios trastornos de personalidad, se sienta en una “gran silla” durante sus sesiones de terapia. El álbum, lanzado el 25 de febrero de 1985, fue recibido con gran entusiasmo y alcanzó el segundo lugar en las listas del Reino Unido y el primer lugar en las listas estadounidenses durante cinco semanas consecutivas.
El éxito del álbum llevó a una extensa gira, que resultó ser agotadora para Stanley y Elias, quienes eventualmente dejaron la banda. Aunque Tears for Fears continuó su carrera, Songs from the Big Chair se mantuvo como el pináculo de su éxito. La banda tardó cinco años en lanzar un nuevo álbum, The Seeds of Love, en 1989. A pesar de sus esfuerzos, nunca pudieron replicar el impacto de Songs from the Big Chair, que sigue siendo un referente en el pop de los años 80’s.
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