En los primeros días de la computación personal, un ordenador se destacó notablemente en el mercado europeo: el Amstrad CPC 464. Lanzado en 1984 por la empresa británica Amstrad, este equipo pronto encontró su camino en los hogares de millones de usuarios a lo largo de Europa.
Con más de dos millones de unidades vendidas, el CPC 464 no solo sobresalió por sus especificaciones técnicas, sino también por su enfoque comercial innovador. Aunque no contaba con las características más avanzadas en comparación con sus rivales, como el Sinclair Spectrum o el Commodore 64, el CPC 464 atrajo a los consumidores con su precio competitivo y un concepto comercial atractivo: ofrecía todos los periféricos necesarios en un solo paquete, incluyendo la CPU, el teclado, la grabadora de cintas y el monitor.
Una de las características que definían al CPC 464 era su sistema operativo AmsDos, que estaba completamente integrado en el lenguaje de programación Basic. Aunque este sistema facilitaba la programación, no permitía formatear discos, lo que requería aplicaciones adicionales. Sin embargo, la comunidad de usuarios contribuyó con una amplia variedad de programas y periféricos diseñados para este ordenador.
Además de su compatibilidad con AmsDos, el CPC 464 podía ejecutar los sistemas operativos CP/M 2.2 o 3.0 con la ayuda de una unidad de disquete externa, ampliando así su funcionalidad y versatilidad.
La historia del CPC 464 también incluye un giro interesante en su desarrollo. Originalmente diseñado para utilizar un procesador 6502, el prototipo conocido como “Arnold” fue modificado para incorporar el procesador Z80, que finalmente se convirtió en el núcleo del dispositivo.
Además de su función como ordenador personal, el CPC 464 también actuó como un dispositivo multimedia gracias al Modulador Convertidor MP-3 de Amstrad. Aunque no se trataba de un reproductor de MP3 en el sentido actual, este accesorio permitía convertir el monitor del CPC 464 en un televisor, proporcionando una experiencia adicional para los usuarios.
En retrospectiva, el Amstrad CPC 464 no solo representó un importante avance en la computación europea, sino que también simbolizó la creatividad y la innovación de la década de 1980. Su legado continúa siendo un recordatorio de la importancia de la accesibilidad y la simplicidad en la tecnología.
