El Banco Central Europeo – BCE – reafirmó este lunes su compromiso con un objetivo de inflación simétrico del 2 % a mediano plazo, asegurando que actuará con la misma firmeza tanto ante subas excesivas como ante caídas pronunciadas de los precios.
Durante su intervención en el foro anual de bancos centrales que se desarrolla en Sintra, Portugal, la presidenta del organismo, se subrayó que la revisión estratégica llevada a cabo en 2021 sigue siendo ampliamente válida, aunque reconoció que el escenario actual es “cada vez más incierto”, lo que obliga al BCE a mantener una vigilancia constante sobre los cambios que se producen en el sistema financiero.
El objetivo de inflación simétrico implica que tanto las desviaciones al alza como a la baja respecto al 2 % son igualmente indeseadas, buscando estabilidad de precios sin sesgos. En este sentido, el economista jefe del BCE, Philip Lane, recordó que cuando la inflación se mantuvo por debajo de ese nivel hace una década, al organismo le costó identificar si esa baja era transitoria o estructural, hasta que finalmente implementó programas de compra de deuda para reactivar la economía.
Si bien los tipos de interés continúan siendo la herramienta principal de política monetaria, el BCE también dispone de instrumentos complementarios como las operaciones de financiación a largo plazo, la adquisición de activos, las tasas negativas y las orientaciones futuras sobre su política (forward guidance), lo que le permite responder con agilidad ante shocks económicos imprevistos.
El BCE reiteró que su mandato prioritario es garantizar la estabilidad de precios en la eurozona, pero también apuntó que sus políticas apoyan las metas generales de la Unión Europea, entre ellas, promover un crecimiento equilibrado, avanzar hacia el pleno empleo, fortalecer el progreso social y mejorar la protección ambiental.
Entre los factores que actualmente suman incertidumbre al panorama inflacionario, el organismo identificó la fragmentación geopolítica y económica global, junto con el impacto del cambio demográfico, el avance de la inteligencia artificial y la crisis climática.
Para sus análisis, la entidad utiliza como referencia el Índice Armonizado de Precios de Consumo (IAPC). Sin embargo, considera que incorporar los costos de la vivienda en propiedad reflejaría mejor la inflación real que enfrentan los hogares, por lo que contempla estas estimaciones en sus decisiones de política monetaria.
El BCE realizó su última revisión estratégica en 2021, la primera desde 2003, y planea su siguiente evaluación integral para el año 2030. Mientras tanto, aplicará las conclusiones de la revisión vigente en la próxima reunión de su Consejo de Gobierno, prevista para los días 23 y 24 de julio de 2025.