En marzo de 1983, Sevel Argentina dio a luz a un nuevo hito en la historia del automóvil argentino: el Fiat 128 Super Europa. Equipado con un motor de 1.300 centímetros cúbicos, este modelo revolucionario marcó una nueva era en la industria automotriz nacional.
Trabajando en estrecha colaboración con Fiat Auto SpA de Italia, Sevel Argentina llevó a cabo una transformación radical del viejo Fiat 128. Las modificaciones estéticas exclusivas para el mercado argentino, junto con la exportación de unidades a Egipto y Europa, demostraron la ambición de la compañía por alcanzar estándares internacionales de calidad y diseño.
El Fiat Super Europa experimentó cambios notables en su apariencia exterior, con una nueva trompa y cola, una moldura lateral distintiva y la eliminación de los ventiletes en las ventanillas delanteras. Estas mejoras, combinadas con un nuevo motor de mayor cilindrada, elevaron el legado del Fiat 128 a nuevas alturas.
El motor de cuatro cilindros en línea, denominado 128 A1 038, ofrecía una cilindrada de 1.301 centímetros cúbicos y una potencia de 60 CV DIN a 6.000 revoluciones por minuto. Equipado con un carburador Weber 32 ICEV 25/250, el Super Europa garantizaba un rendimiento excepcional y una conducción suave en todo momento.
Además de su potente motor, el Fiat Super Europa destacaba por su sistema de refrigeración por agua, su caja de cambios de cinco marchas sincronizadas y su tracción delantera con semiejes acoplados al grupo diferencial. Estas características, junto con una suspensión independiente delantera y trasera, garantizaban una experiencia de manejo segura y cómoda en todo tipo de terrenos.
El Fiat Super Europa no solo ofrecía un rendimiento impresionante, sino también un nivel de confort inigualable en su categoría. Con un diseño interior elegante y funcional, el tablero de instrumentos renovado incluía indicadores de velocidad, temperatura y presión de aceite, así como luces testigo para una conducción más segura.
Entre las características opcionales se encontraba el aire acondicionado, que complementaba el alto nivel de confort y conveniencia ofrecido por el Super Europa. Además, las innovaciones en el diseño exterior, como los faros delanteros regulables y los paragolpes metálicos de color gris oscuro, realzaban aún más la estética distintiva del vehículo.
El Fiat 128 Super Europa dejó una marca indeleble en la industria automotriz argentina, representando una combinación perfecta de ingeniería avanzada, diseño innovador y rendimiento confiable. Su legado perdura en la memoria de los entusiastas del automóvil, recordando una época dorada de la fabricación de automóviles en el país.
