Con más de un siglo de historia, es considerado uno de los teatros líricos más importantes del mundo.
El Teatro Colón es un destino imperdible para los amantes de la ópera y está a la altura de otros teatros famosos como La Scala de Milán, la Ópera Garnier de París y el Royal Opera House de Londres.
Desde su inauguración el 25 de mayo de 1908 con la presentación de la ópera Aída de Verdi, han actuado allí algunos de los directores, cantantes y bailarines más destacados de la historia, como Stravinsky, von Karajan, Barenboim, Callas, Pavarotti, Plácido Domingo, Nureyev, Julio Bocca, Paloma Herrera y Maximiliano Guerra.
La construcción del teatro duró casi 20 años y requirió el trabajo de 1500 personas. Fue diseñado por los arquitectos Francesco Tamburini, Victor Meano y Jules Dormal. Los grandes directores de orquesta lo consideran uno de los mejores teatros de su tipo debido a la forma de su sala en herradura, que genera una distribución perfecta del sonido, y los tres pisos de palcos, diseñados con materiales blandos como telas, maderas y alfombras, que logran una óptima absorción.
Además, en los pisos superiores se utilizaron materiales duros como mármol y bronce para perfeccionar la reflexión de las ondas. La cúpula fue decorada por el pintor argentino Raúl Soldi, quien dedicó 41 días a este trabajo.
En 2008, el Gobierno de la Ciudad inició una profunda restauración para devolverle todo su esplendor y dotarlo de las últimas tecnologías. El teatro fue reinaugurado en 2010 para el bicentenario de la Nación.
Actualmente, el edificio alberga talleres donde se producen los espectáculos, así como el Instituto Superior de Arte, reconocido en todo el mundo por su formación de futuros cantantes líricos y bailarines.
