La Cámara de Representantes de Estados Unidos, dominada por los republicanos, dio luz verde definitiva al ambicioso plan fiscal impulsado por el presidente Donald Trump, con 218 votos a favor y 214 en contra.
El proyecto había enfrentado resistencias tanto en el Senado —también controlado por los conservadores— como en la Cámara Baja. Tras superar una primera aprobación en mayo y obtener el respaldo del Senado este martes gracias al voto decisivo del vicepresidente JD Vance, la iniciativa conocida como “gran y hermoso proyecto de ley” logró finalmente su sanción.
Uno de los últimos obstáculos fue el extenso discurso de casi nueve horas del líder de la minoría demócrata en la Cámara, Hakeem Jeffries, quien buscó retrasar la votación para dificultar el avance. Luego de la aprobación, Trump celebró el logro y aseguró que esta ley impulsará a Estados Unidos “como un cohete”, calificándola como el mayor recorte fiscal de la historia.
Mientras se dirigía a Iowa para comenzar las celebraciones del 250° aniversario del país, que se cumplirá en 2026, Trump destacó que esta medida traerá beneficios económicos y será especialmente positiva para la región fronteriza con México.
En el bloque republicano, solo dos legisladores se apartaron de la línea oficial: Thomas Massie, representante de Virginia Occidental desde 2012, y Brian Fitzpatrick, congresista por Pensilvania desde 2017, considerado un republicano moderado. Massie había manifestado previamente en redes sociales su rechazo al proyecto, argumentando que aumentaría la deuda pública en 20 billones de dólares en la próxima década, cifra superior a los cálculos oficiales. Fitzpatrick, exagente especial del FBI, mostró preocupación por el impacto del plan en programas sociales como Medicaid y en energías renovables.
En los días previos, tanto Trump como el presidente de la Cámara, Mike Johnson, intensificaron la presión sobre los legisladores escépticos. En su primer acto público tras la firma del plan, Trump se presentó ante sus seguidores en Des Moines, Iowa, y calificó la aprobación como “el mejor regalo de cumpleaños para Estados Unidos”. El mandatario aseguró que con esta ley cumplía todas sus promesas hechas a los habitantes de Iowa en 2024.
Durante su discurso, Trump criticó duramente a los congresistas demócratas que votaron en contra, señalando que su rechazo refleja una oposición clara a su agenda política.
