Ante el aumento de la inseguridad global y el clima de tensión en Europa, el Reino Unido ha decidido incrementar su presupuesto de defensa al 2,5% del PBI, reduciendo a su vez los fondos destinados a la cooperación internacional. La medida fue anunciada por el primer ministro Sir Keir Starmer antes de viajar a Washington, tras reiterar su apoyo a Ucrania y subrayar la necesidad de establecer un “acuerdo de seguridad con Europa”.
En un discurso ante la Cámara de los Comunes, donde incluso la oposición respaldó la iniciativa, Starmer confirmó que el gasto en defensa crecerá hasta alcanzar el 2,5% del PBI en 2027, comparado con el 2,3% actual. Si se consideran también los recursos destinados a agencias de inteligencia, la cifra ascendería al 2,6%. “Es necesario reformular nuestra estrategia de seguridad nacional”, señaló el primer ministro. “Esto nos obliga a tomar decisiones difíciles”, añadió.
El líder británico argumentó que la guerra en Ucrania ha transformado la naturaleza de los conflictos modernos y que el Reino Unido debe modernizar sus capacidades militares en consecuencia. En este contexto, el gobierno pondrá en marcha el mayor aumento sostenido del gasto en defensa desde la Guerra Fría, adelantando planes que inicialmente se proyectaban a más largo plazo. Actualmente, las fuerzas armadas británicas solo estarían preparadas para sostener un conflicto durante seis meses con el presupuesto actual, lo que ha llevado a considerar urgente la inversión.
A partir de 2027, el Reino Unido destinará 13.400 millones de libras adicionales cada año a su sistema de defensa. Sumando los gastos en seguridad e inteligencia, el presupuesto total alcanzará el 2,6% del PBI, con la posibilidad de elevarse al 3% en el futuro. Esta decisión cobra aún más relevancia tras las declaraciones de Donald Trump, quien ha insinuado que Estados Unidos podría reducir su apoyo financiero a la seguridad europea dentro de la OTAN.
El incremento del gasto militar se financiará en parte con un fuerte recorte en los programas de ayuda a países afectados por conflictos, como Sudán, Gaza y la República Democrática del Congo, donde millones de personas enfrentan crisis humanitarias. Sin embargo, según el Instituto de Estudios Fiscales (IFS, por sus siglas en inglés), la reducción del presupuesto de asistencia internacional no bastará para cubrir la totalidad del aumento en defensa, lo que podría llevar al gobierno a evaluar otras fuentes de financiamiento en los próximos años.