Durante la Copa de Oro de Mar del Plata de 1982, River presentó un equipo con una marca de camisetas inusual, Sportlandia, que era más comúnmente asociada con Vélez y se presentó con jugadores menos conocidos. En esa ocasión, el equipo se formó de la siguiente manera: de pie, Carlos Russo, Savarese, Jorge Tévez, Claudio Cabrera, Montes y Claudio Giúdice; hincados, Jorge Gordillo, Gabriel Messina, Adrián De Vicente, Carlos Tapia y Costantino.
Debido a que Menotti tenía a seis de los titulares concentrados para el Mundial de España, River se vio obligado a recurrir a jugadores de las divisiones inferiores y a futbolistas que alternaban en el primer equipo para participar en el torneo nacional. Así, como preliminar de un partido de la Copa de Oro de Mar del Plata, River alistó a estos once jugadores para disputar un amistoso contra Kimberley.
El resultado final fue un anecdótico 3-0, con goles de Tévez, De Vicente y Gordillo. Este partido nos permite destacar la curiosa elección de la indumentaria: Sportlandia. Aunque River Plate nunca utilizó esta marca de forma oficial en los torneos de AFA, está claro que formaba parte de su utilería. Como mencionamos en publicaciones anteriores, Sportlandia vistió a muchos equipos de primera y ascenso en aquellos años, incluyendo a Racing, Vélez y Sarmiento de Junín, este último en su llegada a Primera División tras ganar la B en 1980.
Aunque River tuvo un desempeño discreto en el Nacional de 1982, algunos de sus jugadores realizaron campañas destacadas, como Tapia, Gordillo, De Vicente y Claudio Cabrera. Otros, sin embargo, como Costantino, Tévez y Savarese, se perdieron en el olvido, a pesar de detalles distintivos como la característica cabellera de Savarese.
Este encuentro y la participación de Sportlandia en el vestuario de River Plate son un testimonio de una época donde las marcas de indumentaria comenzaban a tener un papel más visible en el fútbol argentino. En una temporada marcada por la ausencia de sus principales figuras, River Plate supo adaptarse y encontrar talento en sus filas, mostrando que el espíritu competitivo del club siempre ha sido capaz de superar las adversidades.