Qué hacer con el aguinaldo según el perfil del inversor

El aguinaldo, un ingreso adicional que recibirán los trabajadores en relación de dependencia. Este dinero extra puede destinarse a diferentes formas de inversión, especialmente en un contexto de mayor estabilidad cambiaria y previsibilidad económica, según coinciden expertos financieros.

“Recibir el aguinaldo representa una oportunidad para empezar a tomar decisiones financieras con mayor conciencia. No es necesario ser un especialista; lo fundamental es informarse y dar el primer paso”, destacan analistas del sector económico.

El dólar continúa siendo una opción popular para proteger los ahorros, especialmente después de la actualización normativa aplicada en abril, que eliminó el límite mensual de 200 dólares y el plazo de permanencia para operar con dólar MEP.

El Sueldo Anual Complementario (SAC) se abona en dos cuotas: una en junio y otra en diciembre. Según la Ley 27.073, la primera parte debe pagarse a más tardar el 30 de junio. Este año, como la fecha cae en lunes, ese es el último día para efectuar el pago sin necesidad de prórrogas.

Con una inflación más controlada y un tipo de cambio oficial estable, se abre un escenario más propicio para planificar el destino del aguinaldo. Hoy existen varias alternativas de inversión, entre ellas CEDEARs, Fondos Comunes de Inversión (FCI) y la compra de moneda extranjera, ya sea a través del dólar oficial o del dólar MEP.

Una estrategia sugerida por los especialistas es dividir el monto en tres partes: destinar un 50% al ahorro en dólares, lo que es ideal para quienes buscan objetivos a largo plazo. Esto puede hacerse mediante la compra de dólar oficial, dólar MEP o instrumentos vinculados a la divisa, como los CEDEARs, que permiten invertir en empresas extranjeras desde el mercado local.

Un 30% podría invertirse en productos de corto o mediano plazo, como los plazos fijos tradicionales o los FCI, que ofrecen rentabilidad con liquidez moderada. El 20% restante se recomienda utilizarlo para cancelar deudas o cubrir gastos postergados, como saldar tarjetas de crédito, préstamos personales o renovar bienes del hogar.

Estas recomendaciones varían según el perfil de cada inversor, con el fin de promover decisiones financieras informadas y aprovechar las condiciones actuales del mercado.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) identifica tres tipos principales de perfiles: conservador, moderado y agresivo. Los conservadores priorizan la seguridad y la protección del capital, toleran poco riesgo y suelen elegir instrumentos como dólar oficial, plazos fijos o FCI de bajo riesgo, como los fondos “money market”.

Los inversores moderados buscan un balance entre seguridad y rentabilidad, aceptando cierto nivel de riesgo para obtener mejores retornos. Para ellos, opciones como el dólar MEP, FCI o plazos fijos UVA resultan comunes. Por último, el perfil agresivo apunta a obtener altos rendimientos en el largo plazo, acepta la volatilidad del mercado y suele inclinarse por productos como CEDEARs, dólar MEP o FCI de renta variable.

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