Las sfogliatelle son un clásico dulce italiano originario de Nápoles, reconocidas por su masa hojaldrada, delgada y crujiente que recuerda a capas de conchas marinas, y su relleno cremoso y aromático a base de ricota, sémola y cítricos. Este pastelito, con su mezcla de texturas y sabores, es una delicia perfecta para acompañar el café o el té, y una experiencia auténtica para quienes disfrutan de la pastelería tradicional.
Ingredientes para la masa:
250 g de harina 0000 (de trigo para repostería).
125 ml de agua tibia.
1 pizca de sal.
1 cucharada de manteca derretida.
1 cucharada de vinagre blanco o jugo de limón.
Ingredientes para el relleno:
400 g de ricota fresca (bien escurrida).
100 g de azúcar.
50 g de sémola fina.
1 huevo.
Ralladura de 1 naranja y 1 limón.
1 cucharadita de esencia de vainilla.
50 g de frutas confitadas picadas (opcional).
1 pizca de canela (opcional).
Para espolvorear:
Azúcar impalpable (glass).
Preparación:
Preparar la masa: En un bol, mezclar la harina con la sal. Incorporar la manteca derretida, el vinagre y el agua tibia poco a poco, hasta formar una masa lisa y elástica. Amasar unos minutos y dejar reposar tapada por al menos 30 minutos.
Cocinar la sémola: En una cacerola, hervir 150 ml de agua con 25 g de azúcar y una pizca de sal. Agregar la sémola en lluvia y cocinar a fuego bajo, revolviendo, hasta que espese. Dejar enfriar.
Preparar el relleno: En un bol grande, mezclar la ricota con el azúcar restante, el huevo, la ralladura de cítricos, la esencia de vainilla y la canela. Incorporar la sémola cocida y fría, y las frutas confitadas si se usan. Mezclar bien hasta obtener una crema homogénea.
Estirar y formar las sfogliatelle: Dividir la masa en 3 partes. Estirar cada porción en un rectángulo muy fino (casi transparente). Enrollar desde el lado más largo para formar un cilindro. Cortar el cilindro en rodajas de unos 2 cm.
Abrir y rellenar: Con cuidado, abrir cada rodaja por el centro para formar una concha. Rellenar con una cucharada de la mezcla de ricota.
Hornear: Colocar las sfogliatelle en una placa con papel manteca y hornear en horno precalentado a 200 °C durante 25 a 30 minutos o hasta que estén doradas y crujientes.
Finalizar: Espolvorear con azúcar impalpable antes de servir.
Las sfogliatelle son mucho más que un simple postre: son una obra de arte en capas, una tradición que se disfruta en cada mordisco crujiente y dulce. Prepararlas en casa puede parecer un desafío, pero el resultado vale cada esfuerzo y nos conecta con siglos de historia y sabor italiano. Perfectas para acompañar un café o compartir en una ocasión especial, estas delicias nos recuerdan que la paciencia y el cariño en la cocina siempre se traducen en momentos inolvidables.