David Lightman es un joven brillante con la informática, aunque algo rebelde y desinteresado por la escuela. Un día, mientras intenta hackear sistemas de videojuegos para probar sus habilidades, se conecta por accidente a WOPR, la supercomputadora militar de Estados Unidos diseñada para simular estrategias de defensa nuclear.
Creyendo que accedió a un nuevo juego llamado Guerra Termonuclear Global, comienza una partida eligiendo el bando soviético, sin imaginar que sus movimientos son interpretados como un ataque real, generando máxima alerta en el Comando de Defensa Aeroespacial.
Cuando agentes federales lo detienen acusado de ciberataque y espionaje, David comprende que su “juego” podría desatar una guerra nuclear. Con la ayuda de su amiga Jennifer y del profesor Falken, creador de WOPR, busca frenar la simulación antes de que se ejecuten los lanzamientos reales de misiles. En el clímax, David logra que la computadora juegue tres en línea millones de veces, enseñándole que, al igual que en la guerra nuclear, no hay un ganador posible. Así, la máquina detiene la secuencia y la amenaza se disipa.
WarGames fue un éxito en su época y dejó un mensaje contundente sobre los riesgos de automatizar decisiones militares y el peligro de entregar el control de la guerra a la inteligencia artificial.