El sector agropecuario es una importante fuente de divisas en Argentina, que permite asegurar las operaciones y empleos de muchos sectores. De hecho, lidera la balanza comercial y genera alrededor del 25% del PBI del país. Su correcta gestión es fundamental para aumentar los ingresos y reducir la pobreza.
En muchas zonas rurales del país, el campo es un importante generador de trabajo y el motor económico que impulsa el crecimiento. Cabe destacar que 2 de cada 10 puestos de trabajo son generados por el sector agropecuario, y esto a su vez tiene un efecto positivo en la economía local, como la comercialización de maquinarias, insumos y servicios.
Argentina es conocida por su potencial innovador y emprendedor en el mercado tecnológico. Cualquier innovación que surge en el país ha superado pruebas piloto y cuenta con un perfil innovador, curioso y en búsqueda de soluciones.
La tecnología ha permitido la producción en tierras antes impensadas, mejorando los suelos y aumentando la producción de manera sostenible en todo el territorio nacional.
La biotecnología agrícola es un avance tecnológico destacado en el país. Se utiliza para solucionar problemas relacionados con la producción agraria y gestación. Por ejemplo, el fitomejoramiento para elevar y estabilizar el rendimiento de los cultivos, incrementar el contenido nutricional de los alimentos y promover el perfeccionamiento genético de los animales. También se emplea para mejorar la resistencia de las semillas a plagas y condiciones climáticas adversas como la sequía y el frío.
