Entre 1979 y 1992, la serie de computadoras de 8 bits de Atari capturó la atención de los entusiastas con su tecnología avanzada y diseño innovador. Equipadas con la CPU MOS Technology 6502, estas máquinas se destacaron por ser las primeras en incorporar chips coprocesadores personalizados, marcando un avance significativo en la informática doméstica.
Durante más de diez años, Atari presentó varias versiones de su modelo original, incluyendo los Atari 400 y 800, así como las actualizaciones XL y XE. En total, la serie de computadoras Atari de 8 bits tuvo un notable éxito comercial, vendiendo dos millones de unidades durante su principal periodo de producción, desde finales de 1979 hasta mediados de 1985.
Las últimas incorporaciones a la serie 8-bit fueron las 65XE y 130XE, lanzadas por Atari Corporation bajo la dirección de Jack Tramiel. Introducidas en 1985 junto con los primeros modelos de la serie Atari ST, estas computadoras compartían algunas similitudes de diseño con la serie ST. El modelo 65XE, que inicialmente iba a ser el 900XLF, ofrecía características equivalentes al 800XL pero sin la conexión PBI.
Tanto el 65XE (versión europea) como el 130XE estaban equipados con la Interfaz de Cartucho Mejorada (ECI), que, aunque casi compatible electrónicamente con la Interfaz de Bus Paralelo (PBI), era físicamente más compacta. El 130XE disponía de 128 KB de memoria, accesible mediante una selección de bancos.
Aunque estas fueron las últimas versiones de la serie de 8 bits, el impacto de las computadoras Atari perduró, sentando las bases para futuras innovaciones en la informática personal. Su diseño avanzado y su capacidad para adaptarse a las demandas del mercado las convirtieron en un símbolo emblemático de la era de la informática en los años 80’s.