En el año 1982, el barrio de Caballito se convirtió en el epicentro de una de las celebraciones más memorables del fútbol argentino.
Ferro Carril Oeste, bajo la dirección del legendario Carlos Timoteo Griguol, se consagró campeón del Torneo Nacional de 1982 de manera invicta, obteniendo así su primera estrella y dejando una huella imborrable en la historia del club.
El camino hacia la gloria no fue fácil para Ferro. En 1981, el equipo sufrió una amarga derrota en la final del mismo torneo ante River Plate. Sin embargo, lejos de desanimarse, el equipo de Griguol utilizó esa experiencia como combustible para la siguiente temporada. En 1982, la determinación y el espíritu de equipo llevaron a Ferro a conquistar el campeonato de manera impecable.
El 8 de junio de 1982 es una fecha grabada en la memoria de todos los hinchas de Ferro. Ese día, el equipo venció a Quilmes por 2-0 en una final inolvidable. Miguel Ángel Juárez y Juan Domingo Rocchia anotaron los goles que sellaron la victoria y desataron la euforia en las calles de Caballito. El estadio Ricardo Etcheverri fue testigo de una fiesta que se extendió por todo el barrio, con los hinchas celebrando hasta altas horas de la noche.
La campaña de Ferro en el Nacional ’82 fue un ejemplo de consistencia y solidez. A lo largo del torneo, el equipo jugó 22 partidos, de los cuales ganó 16 y empató seis. Con una impresionante marca de 50 goles a favor y solo 13 en contra, Ferro mostró una combinación letal de ataque eficiente y defensa impenetrable. Estas estadísticas reflejan el dominio absoluto del equipo durante la competencia y la excelencia en la conducción de Carlos Timoteo Griguol, conocido cariñosamente como “El Viejo Maestro”.
Bajo su liderazgo, Ferro no solo alcanzó el éxito en el campo, sino que también se convirtió en un modelo a seguir por su estilo de juego colectivo y disciplinado. Griguol inculcó en sus jugadores la importancia del trabajo en equipo y la táctica, lo que permitió a Ferro superar a sus rivales y mantenerse invicto a lo largo del torneo.
El título del Nacional ’82 sigue siendo una fuente de orgullo y nostalgia para los hinchas de Ferro Carril Oeste. El recuerdo de aquel equipo invicto permanece vivo en la memoria colectiva del club y de todos los que vivieron esos momentos gloriosos. El campeonato no solo marcó un hito en la historia de Ferro, sino que también dejó un legado duradero que sigue inspirando a nuevas generaciones de hinchas y jugadores.
El triunfo de 1982 no solo se recuerda por el título en sí, sino también por lo que representó para Ferro: la culminación de un sueño largamente anhelado y la demostración de que, con trabajo y determinación, cualquier equipo puede alcanzar la gloria.