La variedad de maíz Amarillo Avatí se desarrolló para satisfacer las necesidades de los agricultores familiares y los consumidores de la región.
Después de varios años de trabajo en mejoramiento genético, se logró una variedad adaptada a la zona que atiende aspectos relacionados con el tipo de suelo, el clima subtropical, las malezas, la presencia de insectos plagas existentes en la región y otros factores.
Si bien el potencial de rendimiento de esta variedad es de entre 3.000 y 3.500 kilogramos por hectárea, lo que es menor que los maíces híbridos forrajeros, su rendimiento en producción de harina supera el 90 % y se cotiza entre dos y tres veces más en el mercado. Esto se debe a que la harina de maíz amarillo tiene una calidad nutritiva óptima para la alimentación humana en general y es particularmente beneficiosa para celíacos.
Además, se trata de un cultivo que se adapta tanto a los modelos productivos agroecológicos como a los intensivos. Otro aspecto importante es que los productores pueden obtener sus propias semillas.