Las gambas al ajillo son un plato típico de la gastronomía española, especialmente popular en tapas y reuniones informales. Con ingredientes simples como ajo, aceite de oliva y un toque de guindilla, esta receta resalta todo el sabor del mar en una preparación rápida y sabrosa. Perfectas como entrada, tapeo o acompañadas de pan crujiente para no dejar ni una gota de salsa.
Ingredientes:
300 g de gambas o langostinos pelados y limpios
4 a 6 dientes de ajo.
4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
1 guindilla (opcional, o una pizca de ají molido/picante al gusto).
Sal a gusto
Perejil fresco picado (opcional).
Pan para acompañar (opcional, pero muy recomendado).
Instrucciones:
1 – Preparar los ingredientes:
Pelar y filetear los ajos en láminas finas. Si usás guindilla seca, cortala en rodajas o dejala entera para un picante más suave.
2 – Cocinar el ajo:
En una sartén pequeña, calentar el aceite a fuego medio. Agregar el ajo y la guindilla, y cocinar hasta que el ajo comience a dorarse ligeramente (sin quemarse, para evitar amargor).
3 – Incorporar las gambas:
Añadir las gambas a la sartén. Cocinar durante 1 a 2 minutos por cada lado, hasta que estén rosadas y apenas firmes. Agregar sal a gusto.
4 – Servir caliente:
Retirar del fuego y, si se desea, espolvorear con perejil fresco picado. Servir inmediatamente, idealmente en cazuela de barro o sartén caliente, acompañadas con pan para mojar en el aceite aromatizado.
Sencillas, rápidas y llenas de sabor, las gambas al ajillo son una muestra de cómo con pocos ingredientes se puede lograr un plato memorable. Perfectas para compartir en una picada, como entrada o incluso como plato principal acompañado de una copa de vino blanco y buen pan. Una receta que invita a disfrutar sin complicaciones, con el perfume del ajo y el mar como protagonistas. Porque a veces, lo simple es lo que mejor queda en la memoria.