El único enfrentamiento de las dos Alemanias en una Copa del Mundo se produjo durante el Mundial de 1974.
Este partido se jugó en la tercera y última fecha del Grupo A en el Volkparkstadion de Hamburgo, con una asistencia de 60,350 espectadores y fue arbitrado por el uruguayo (ya fallecido) Ramón Barreto.
Este encuentro tuvo un significado especial, ya que las dos Alemanias habían estado separadas desde 1961 por el Muro de Berlín, debido a la división del país tras su derrota en la Segunda Guerra Mundial. Además, el partido tuvo lugar en plena “Guerra Fría” entre el mundo capitalista y el socialista, lo que lo convierte en el único partido oficial en el que se enfrentaron ambas selecciones, y en el torneo de selecciones más importante del mundo.
Los dos equipos de Alemania disputaron uno de los partidos de fútbol más recordados en una cita mundialista. Este encuentro estuvo envuelto principalmente por temas sociopolíticos debido a que, en ese momento, existían dos selecciones alemanas diferentes.
En el Mundial de Fútbol de 1974, se presentaron dos equipos alemanes: la República Federal de Alemania (RFA) y la República Democrática Alemana (RDA). Esto se debió a la división política de Alemania después de la Segunda Guerra Mundial, que resultó en la creación de dos estados diferentes con ideologías políticas y económicas opuestas.
En aquel entonces, la RDA estaba bajo un régimen socialista comunista mientras que la RFA era una democracia capitalista. Ambos equipos representaban a cada uno de estos estados y su partido en el Mundial fue más que un encuentro deportivo, ya que también fue una confrontación simbólica de estas ideologías.
El partido, que tuvo lugar el 22 de junio de 1974, se llevó a cabo en el Estadio Olímpico de Múnich, Alemania Occidental. El resultado fue una victoria de 1-0 para la RFA, pero el evento pasó a la historia por su significado sociopolítico y su impacto en la cultura del fútbol.