Mastantuono dejó su huella en el Superclásico con un gol inolvidable, digno de quedar grabado en la historia.
Con apenas 17 años y 256 días, se transformó en el futbolista más joven de River en anotar frente a Boca. Hoy, es considerado el mejor jugador del fútbol argentino, y todavía no finalizó sus estudios secundarios. Su nombre ya trasciende las fronteras del país: es admirado por los hinchas de River, respetado por rivales, y seguido de cerca por medios y clubes del exterior.
Mastantuono integra la Selección Sub-20 de Argentina y el cuerpo técnico de la Mayor lo tiene en la mira, pensando en una posible convocatoria a corto plazo. A pesar de todo lo que sucede a su alrededor, mantiene los pies sobre la tierra. Además de su talento deportivo, muestra una madurez poco común para su edad, tanto dentro del campo como en sus declaraciones posteriores a los partidos.
Actualmente, cursa el último año de la secundaria de manera virtual en el Instituto River, luego de haber estudiado en el Colegio Inmaculada Concepción de Azul. También planea perfeccionar su inglés. Antes de dedicarse por completo al fútbol, brilló en el tenis en el Club de Remo de Azul —el mismo lugar donde se formó el tenista Federico Delbonis—. De hecho, a los 12 años era el número uno del país en su categoría. Su potente golpe le permitía imponerse incluso ante jugadores más grandes, pero a los 13 decidió enfocarse exclusivamente en el fútbol.
Desde pequeño mostró inquietudes que iban más allá del deporte: a los 8 años, creó su propio canal de YouTube, donde compartía videos jugando a la pelota o con videojuegos de PlayStation.
Hoy, mientras clubes gigantes de Europa lo siguen de cerca, Mastantuono demuestra que la presión no le pesa. El chico de Azul no solo hizo un gol histórico: está escribiendo sus primeras páginas en una carrera que promete ser enorme.
