El domingo 24 de julio de 1983, River Plate venció a Instituto con un equipo compuesto por juveniles de las divisiones cuarta y quinta. La razón fue la huelga de los jugadores profesionales, entre los que se destacaban figuras como Fillol, Merlo, Gallego y Francéscoli.
En una fría tarde en Núñez, el joven Mercado anotó el único gol que aseguró la victoria para los juveniles millonarios, quienes se enfrentaron a la ausencia de las estrellas del club.
River atravesaba una profunda crisis que lo llevaría a terminar en el penúltimo puesto del Torneo Metropolitano. En contraste, Instituto vivía otros tiempos, siendo protagonista durante gran parte de la década del ’80 en los campeonatos de Primera División. En aquel torneo, Instituto finalizó décimo, destacándose con la aparición de un gran delantero, Oscar Dertycia.
Los memoriosos que recuerdan a los jóvenes que “jugaron por el club” durante esa huelga de profesionales seguramente rescatarán a aquellos que luego tuvieron carreras destacadas: Pipo Gorosito, el Loco Dalla Libera, Alejandro Montenegro y el recordado Adrián De Vicente. Además, no dejarán que caiga en el olvido el nombre del salteño Sergio Francisco Mercado, el “héroe” y goleador de los dos triunfos que ese River de Martín Pando consiguió con sus pibes.
Aquella gesta de los juveniles de River en 1983 no solo es un testimonio del espíritu combativo y resiliente del club, sino también una página inolvidable en la historia del fútbol argentino. En un contexto adverso, los jóvenes supieron ponerse la camiseta y defenderla con orgullo, demostrando que la grandeza de River Plate reside en su capacidad de sobreponerse a las dificultades y en la calidad de sus futuras promesas.
Así, el episodio de Núñez en 1983 se mantiene como un recordatorio de la importancia de las divisiones inferiores en los momentos de crisis y de cómo, en el fútbol, el talento y la determinación pueden surgir de las circunstancias más inesperadas.