El famoso postre Isla Flotante

La Isla Flotante es un postre tradicional que combina la ligereza del merengue horneado con la intensidad de una salsa de caramelo o crema inglesa. Hecho a base de claras batidas y azúcar, este plato es una opción elegante, aireada y dulce que se derrite en la boca. Ideal para cerrar una comida sin sentir pesadez, y perfecto para aprovechar claras de huevo que hayan quedado de otras preparaciones.

Ingredientes para el merengue:

6 claras de huevo.

6 cucharadas de azúcar.

1 pizca de sal.

Esencia de vainilla (opcional).

Para el caramelo:

1 taza de azúcar.

1/3 taza de agua.

Opcional para acompañar:

Crema inglesa, dulce de leche o salsa de frutas

Preparación:

Preparar el caramelo: En una cacerola o molde savarín (con agujero al medio), colocar el azúcar y el agua. Llevar a fuego medio sin revolver hasta que tome un color dorado. Retirar y mover el molde para distribuir el caramelo por la base y los bordes. Dejar enfriar.

Hacer el merengue: Batir las claras con una pizca de sal hasta que espumen. Luego, incorporar el azúcar en forma de lluvia sin dejar de batir, hasta que el merengue esté firme y brillante. Agregar unas gotas de vainilla si se desea.

Armar y hornear: Volcar el merengue dentro del molde acaramelado, alisar la superficie y llevar a horno suave (120-140 °C) a baño María durante aproximadamente 30 a 40 minutos, hasta que esté firme pero no dorado.

Enfriar y desmoldar: Dejar enfriar dentro del horno con la puerta entreabierta para evitar que se hunda. Luego, llevar a la heladera por al menos 2 horas. Pasar un cuchillo por los bordes y desmoldar sobre una fuente.

Servir: Se puede acompañar con crema inglesa, hilos de dulce de leche o una salsa de frutas rojas.

La Isla Flotante es un postre que conquista por su delicadeza y ligereza, ideal para cerrar cualquier comida con un toque dulce pero suave. Su combinación de merengue esponjoso y caramelo aporta una textura y sabor que se disfruta en cada bocado, sin resultar pesado. Prepararlo en casa es una manera sencilla de traer un clásico de la pastelería a tu mesa, perfecto para compartir y sorprender a tus invitados. Porque a veces, lo más simple es lo que deja la mejor impresión.

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