A principios de la década de 1980, en el auge de la informática doméstica, el VIC-20 destacó como uno de los primeros microordenadores en captar la atención del público en general.
Creado por Commodore Business Machines, el VIC-20 hizo su primera aparición en Japón en 1980 como un proyecto piloto, antes de llegar a los mercados estadounidense y europeo en 1981, aproximadamente tres años después del primer ordenador personal de Commodore, el PET. Diseñado con un enfoque en el usuario doméstico y entusiasta, el VIC-20 rápidamente alcanzó el hito de un millón de unidades vendidas, convirtiéndose en el primer microordenador en lograrlo.
En 1980, Jack Tramiel fue un ferviente defensor de la idea de desarrollar un ordenador accesible y económico. En una reunión crucial donde se discutía en contra de su propuesta, señaló: “Los japoneses vienen, así que debemos convertirnos en japoneses”. Esta visión también reflejaba su creencia de que “los ordenadores deberían estar al alcance de todos, no solo de unas pocas personas”.
El VIC-20 estaba equipado con 5 KB de RAM y un procesador MOS 6502. Su diseño externo, similar al de un teclado, fue una característica que luego se replicó en el popular Commodore 64 y el C16. El VIC-20 también contaba con una ROM Commodore 2.0 de 8 KB y un conjunto de gráficos VIC innovador.
Los primeros modelos del VIC-20 venían con un teclado que se asemejaba al del PET y una fuente de alimentación de resina moldeada con un conector de dos clavijas que se conectaba al ordenador. Más adelante, los modelos incluyeron una fuente de alimentación en forma de cuña con un conector DIN, similar a la del Commodore 64.
En la parte trasera del VIC-20 se encontraba un conector de vídeo compuesto, aunque a diferencia del C64, no incluía soporte RF integrado debido a las regulaciones de la FCC en EE. UU., algo que Commodore logró modificar para el lanzamiento del C64. El VIC-20 también tenía una interfaz de casete estándar de Commodore, un puerto serie, una ranura para cartuchos ROM para cargar juegos y utilidades rápidamente, y la posibilidad de expandir la memoria hasta 16 KB con paquetes de expansión y hasta 35 KB con cartuchos de entusiastas más recientes. Además, contaba con un puerto de usuario para RS-232.
En el lado derecho del equipo se encontraban un puerto para joystick, el interruptor de encendido y apagado, y el conector de alimentación.
Se cree que este modelo se fabricó con chasis del Commodore VC-1001, una máquina que tuvo un desempeño tan bajo en el mercado japonés que sus chasis fueron reutilizados para algunos modelos del VIC-20.