Los Bay Biscuits son pancitos salados de origen estadounidense, conocidos por su exterior dorado, interior esponjoso y su irresistible sabor a manteca, ajo y hierbas. Se sirven tibios y suelen acompañar platos de mariscos o carnes, aunque son tan sabrosos que muchas veces se roban el protagonismo. Fáciles de preparar y listos en minutos, son ideales para una picada, una cena especial o para acompañar una sopa bien casera.
Ingredientes:
2 tazas de harina leudante (o harina común + 1 cdita de polvo de hornear + ½ cdita de sal).
1 taza de leche (preferentemente entera).
½ taza de manteca (derretida y dividida).
1 taza de queso cheddar rallado.
½ cucharadita de ajo en polvo.
1 pizca de sal.
Preparación: Precalentar el horno a 200 °C (horno medio-fuerte) y preparar una bandeja para horno con papel manteca o ligeramente enmantecada.
Mezclar los ingredientes secos en un bol: harina, ajo en polvo y sal. Incorporar el queso rallado.
Agregar la leche y la manteca derretida (la mitad). Mezclar apenas hasta integrar, sin batir en exceso. La masa debe quedar algo pegajosa pero maleable.
Formar los biscuits con ayuda de dos cucharas o con las manos levemente enharinadas. Disponer montoncitos de masa sobre la bandeja, dejando espacio entre ellos.
Hornear durante 12 a 15 minutos, o hasta que estén dorados en la superficie.
Mientras tanto, preparar el topping: mezclar la manteca derretida con el ajo en polvo, el perejil y una pizca de sal.
Al sacar del horno, pincelar los biscuits calientes con la mezcla de manteca y ajo. Servir tibios.