En marzo se profundizó la caída de la actividad fabril

Las proyecciones de la UIA sugieren que el deterioro podría alcanzar cifras de dos dígitos.

Según el informe, el sector industrial enfrenta dificultades debido al aumento de los costos, especialmente en energía e insumos importados, así como a la disminución de la demanda tanto de los hogares como de otras industrias y del sector de la construcción. En marzo pasado, la caída del nivel de actividad fabril se profundizó, y las primeras proyecciones indican que esta tendencia podría continuar.

El último informe del Centro de Estudios Económicos de la UIA advierte sobre una mayor contracción en marzo, con una baja mensual significativa y una aceleración en la contracción interanual. En febrero, la actividad fabril ya había retrocedido un 6,8% en comparación con el mismo mes del año anterior.

Los datos preliminares señalan una fuerte retracción en rubros como el automotor, que experimentó una caída interanual del 29,4%, y en minerales no metálicos, con una disminución del 41,2% interanual. Además, se observa una caída significativa en la demanda de energía eléctrica de los Grandes Usuarios Industriales, que cayó un 13,0% interanual después de una leve desaceleración en febrero.

Ante esta situación, la Junta Directiva de la UIA expresó su seria preocupación por la caída de la actividad y su impacto, especialmente en las pequeñas y medianas industrias. Además, instó a la implementación de políticas para sostener la demanda y considerar el impacto de la apertura comercial, los aumentos de tarifas y la pérdida de empleo en la industria nacional.

Por sectores, la industria siderúrgica resultó especialmente afectada por un paro de seis días de los trabajadores nucleados en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) y por el cierre de las cuatro plantas de Acindar debido a la recesión. La producción de acero crudo cayó un 41,5% interanual y un 4% respecto a febrero.

La Cámara Argentina del Acero detalló que, además del sector energético, no se observan signos de recuperación en la demanda de acero por parte de la construcción, la línea blanca y los envases, mientras que el sector de maquinaria agrícola aún no repunta a pesar de las buenas perspectivas para la cosecha gruesa.

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